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Los perros y gatos no se pueden mezclar. No sólo pertenecen a especies distintas, sino que también pertenecen a géneros y familias diferentes. Esto significa que existen tantas diferencias profundas entre ellos -evolutivas, biológicas, reproductivas y de comportamiento- que el mestizamiento entre ellos es completamente imposible. Es cierto que los híbridos a veces resultan del cruce de especies distintas, pero esto se debe a que las diferencias entre estas especies no son tan dramáticas. Es el caso de los híbridos entre caballo y burro, o incluso tigre y león. Independientemente, muchos híbridos interespecíficos sufren problemas físicos graves como la esterilidad.
¿Qué es un cruce híbrido entre un perro y un gato?
Un cruce híbrido entre un perro y un gato, también llamado «pericado», es el resultado de un cruce intencionado entre un gato doméstico y un perro. Estos animales presentan características de los dos antepasados de su familia, un perro y un gato. Esta combinación imprevisible de la personalidad y apariencia de los padres puede dar lugar a atributos únicos que muchos pueden encontrar muy atractivos. Los pericados conservan algunos rasgos excepcionales de los gatos domésticos más comunes, como la curiosidad por el mundo que les rodea, la capacidad de equilibrio para andar en líneas estrechas y la capacidad de subirse a edificios altos o árboles. Por otra parte, son más sociables que los gatos normales, son menos tímidos, comparten un mayor índice de inteligencia y muestran un aumento notable de energía. Estos cruces generalmente están por debajo del nivel de energía de los perros, pero suelen ser algo más reservados que ellos. Los pericados se comparan generalmente con gatos en lugar de perros por su limpieza y necesidades. Son fáciles de aceptar para otros gatos y la mayoría de perros, amables y muy cariñosos con su amo. Adaptarse al entorno familiar es sencillo así como mantener una buena alimentación. Un paseo diario para interactuar con otros animales o personas no es estrictamente necesario pero le irá bien realizar actividades con su dueño y evitar el aburrimiento.
En general, los pericados son una mezcla de dos mascotas individuales con personalidades y características propias. Su comportamiento variará en función del número medio de ambos conjuntos parentales con los que se ha criado el híbrido, aunque suele ser una mezcla de características de gato y perro.
Perro y gato en casa: cómo entrenar a un gato para que se convierta en perro
En cuanto adquirimos un perro u otro animal, también adquirimos el deber de cuidarnos, siendo igualmente responsables de ésta de sus acciones. Al tener poco espacio, la energía del impacto se absorbe rápidamente y sólo se desfigura la caseta del animal, provocando sólo heridas leves. El animal debe tener un carné de salud oficial actualizado y firmado por un veterinario autorizado.
Puede intercambiar mantas, juguetes y platos de comida. Lo ideal es que los animales se mantengan en las habitaciones adyacentes durante unos días o semanas con la puerta cerrada entre ellos. Los animales olfarán bajo la puerta y se acostumbrarán a la presencia y al olor de los demás sin estar estresados. El siguiente paso es dejar al perro en una habitación con una puerta abierta, pero cerrada por una verja. Deje que el gato se esconda en un mueble destacado (o un rascador típico) fuera del alcance del perro, para que los animales se puedan ver desde la distancia.
Se puede cruzar un perro y un gato
Gato persa
Tengo un gato de 4 4 años un gato de un año y un perro de 1 año durante varios años y se llevan de maravilla. Aunque el perro no deje al gato solo, no le importa. En este momento, es importante asegurarse de que su gato ya se sienta como un «pez en el agua» en su nuevo hogar, debe estar seguro y protegido. Lo notará porque empezará a querer seguir explorando el resto de la casa, ahora paseará por la habitación con seguridad y tendrá curiosidad cada vez que abra la puerta.
Como tú, soy un fanático de los perros y leo todo lo que puedo encontrar sobre los gatos. Ni siquiera sale con la puerta abierta, así que no sé qué va a pasar en el momento que se vean. Es fundamental prestar especial atención a la actitud del perro y del gato durante las primeras semanas de convivencia. Si los problemas son evidentes o se hace evidente que la convivencia está resultando difícil, es imprescindible consultar a un etólogo antes de que el problema empeore.
