alicia en el pais de las maravillas gato

Tita Chao
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Gato sonrió cuando vio a Alicia. Parecía que tenía un buen carácter, pensó Alice; pero también tenía las uñas muy largas y un gran número de dientes, así que pensó que debía tratarse con el respeto. – “Gana de Cheshire”, empezó algo tímidamente, ya que no estaba del todo segura de que le gustara el trato cariñoso; pero Gato sonreía cada vez más. «¡Oh! Parece que le gusta», pensó Alicia, y continuó: Por favor, ¿me puedes decir dónde debo ir desde aquí? «No importa dónde vayas», interrumpió Cat. – «… cada vez que llego a algún sitio», termina Alicia a modo de explicación – «Oh! Siempre llegarás a algún sitio, dijo Gato, si caminas bastante lejos. Alicia pensó que era innegable, así que intentó preguntar otra cosa: “¿Qué tipo de gente vive en estas zonas?” “Allí”, respondió Gato, girando su pata hacia su derecha, “un sombrerero vivo; y allí, siguió, girando la otra pierna, vio una liebre de marzo. Visita a quien quieras: ambos están igual de locos. «Pero no me gusta estar entre los locos», observó Alicia. – «No puedes evitarlo», respondió el gato; «Aquí estamos todos locos. Yo estoy loco; tú también». «¿Y cómo sabes si estoy loco?» preguntó Alicia. «Tienes que ser, a la fuerza», respondió Gat; «Si no, no habrías venido aquí».

La creación de Lewis Carroll, el gato del país de las maravillas

Por último, más allá de que el autor del título de esta sección era conocedor de las teorías anteriores, destacamos que hay expertos en el sujeto que cree que podría haberse inspirado para crear el Gato en el país de las maravillas a partir de esculturas que conocía.

Por ejemplo, la que había en la iglesia de San Pedro (Croft-on-Tees). Otra línea de investigación se refiere a una gárgola en la iglesia de San Nicolás (Cranleigh). Por último, en este sentido, también se pensó una escultura en la torre de la iglesia de San Wilfrid (Grappenhall). En definitiva, ya sabe más del gato de Alicia en el país de las maravillas, que seguro que le hará querer aún más a estos animales, sean reales o no.

Referencia

Un efecto cuántico dinámico del gato de Cheshire y sus implicaciones para la comunicación contrafactual. Yakir Aharonov et al. Nature Communications volumen 12, número de artículo: 4770 (2021). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-021-24933-9

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